En la NBA no son ajenos a ello. En el último partido de la fase, empató a dos goles con Marruecos sin que ello impidiese que avanzase a la siguiente fase como primera de grupo. En su regreso a la competencia internacional luego de 14 años, Vélez encaraba una dura fase de grupos al toparse con Boca Juniors, Palmeiras y Cruzeiro. En el camino a la final fueron dejando a Defensor Sporting, Minervén, y Atlético Junior en una angustiante semifinal que acabó definiéndose por penales y con Vélez haciendo historia al llegar a su primera final en la competencia. Es considerado uno de los máximos ídolos en la historia centenaria del Club Atlético Vélez Sarsfield, por lo logrado como «hincha», jugador y director técnico de la institución. También es designado como «Mejor jugador del campeonato». El 17 de diciembre, con un rotundo 3 a 0 a Independiente, Vélez volvió a consagrarse campeón del fútbol argentino, marcando el cuarto título durante la estadía de Bianchi en el club. En febrero de 1996, Vélez y Bianchi volvían a conquistar otro título internacional al ganarle al Sport Cartaginés de Costa Rica la Copa Interamericana, con dos goles de José Flores. Roberto Pompei convirtió el definitorio y le dio a Vélez el primer título internacional en su historia, coronándolo como el mejor equipo de América y llevándolo a disputar la mítica Copa Intercontinental en Japón.

Las últimas cuatro fechas, dirigidas por Osvaldo Piazza, coronaron a Vélez como el primer equipo bicampeón en la historia de los torneos cortos, y el sexto y último título de la estadía de Bianchi en Liniers. Como jugador, Bianchi era destacado principalmente por su excelente posicionamiento y técnica dentro del área, sumado a su potente remate en ambas piernas y su increíble precisión para disparar al arco, que lo hacían uno de los delanteros más letales de su época. Yo dije que era hincha de Vélez. Yo, el día que deje de trabajar, voy a seguir yendo a ver a Vélez. La elaboración del proyecto para el nuevo estadio fue encargada al arquitecto y socio del club Francisco Almenar Quinzá (que años más tarde sería Presidente) y las obras de construcción fueron adjudicadas al también socio Ramón Ferrer Aguilar. El Gráfico lo describió como un delantero que tenía valentía, entrega, y profesionalismo, algo que más tarde el propio Bianchi intentaría transmitir a sus jugadores como entrenador.

Bianchi ya no es tan eficiente y, a pesar de la solidez defensiva, el equipo permanece en mitad de la tabla de posiciones. Doncic también mostró una mejora dramática en defensa para un equipo que tuvo la unidad más tacaña de la liga en ese extremo de la cancha durante el último cuarto de la temporada. Previo al partido de la Intercontinental, Bianchi analizó a su rival, el temible Milan de Fabio Capello liderado por Paolo Maldini y Franco Baresi, que venía de apabullar al Barcelona de Johan Cruyff por la añeja Copa de Europa con un 4-0. «Mejor que ese partido no van a jugar» fue la primera conclusión del técnico velezano. Para la siguiente temporada y con un equipo mucho más conformado, Bianchi propuso como su principal objetivo la Copa Libertadores 1994, pero al iniciar recién al siguiente año, disputó el Apertura ante River Plate palmo a palmo. Su rol era descrito como un artillero del área, donde su principal función era jugar en el área rival, crear espacios para sus compañeros, y anotar casi todas las pelotas que le llegaban. Individualmente el Virrey era coronado con éxito, sin embargo su palmarés en Copas no se expande en París.

Sin embargo no vuelve a su rendimiento habitual durante esta temporada en Alsacia, camiseta usa baloncesto debido a un mal entendimiento con el entrenador Gilbert Gress. Tras sus buenas participaciones en el campeonato argentino, Juan José Pizzuti, el entrenador de la Selección Argentina en ese momento convocó a Bianchi por primera vez el 22 de octubre de 1970 en un empate ante Paraguay en Asunción. La siguiente temporada, Bianchi se convierte en el entrenador de equipo completo y comienza una nueva página en su carrera. Tras ser electo como entrenador del año en Sudamérica, Bianchi continuó al mando del plantel argentino en busca de expandir la gloria del club. La temporada 1976-77 fue dolorosa para el club, que conocía desde hace tiempo los temores de la segunda mitad de la tabla, para terminar finalmente undécimo, así como la desilusión de una derrota en la final de la Copa de Francia en la que Bianchi no participó.